‘Intermedia’: más allá de espacios de diálogo, una respuesta a conflictos interpersonales
Por Alejandra Socorro Alonso
Con el objetivo de buscar un reparo a los conflictos interpersonales de la sociedad canaria, en el año 2009 surgió ‘Intermedia’. Hoy, tras más de una década de andadura, el proyecto funciona como un puente comunicativo que aspira a fortalecer los vínculos de las familias isleñas.
Servicio Intermedia ULPGC. Foto: Alexandra S.
Canarias es una de las comunidades autónomas que más divorcios y problemas dentro del ámbito familiar registra. Tan solo en el año 2022, según los datos del Consejo General del Poder Judicial, el Archipiélago contabilizó 284,4 rupturas por cada 100.000 habitantes. Lejos de quedarse en una simple separación, el problema ataca a diferentes aspectos que, en la mayoría de los casos, provocan otros muchos problemas dentro del seno familiar, por ejemplo, la dificultad para mantener relaciones interpersonales sanas en la familia.
En busca de soluciones, Isabel Luján, experta en mediación familiar, fundó Intermedia, un servicio que actualmente dirige y que, en el año 2009, dentro de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), nació “para ayudar a las personas que tienen dificultades en las relaciones interpersonales, un problema latente en nuestra comunidad”, cuenta Luján. Hoy, el proyecto se consolida como una unidad de mediación, de resolución de conflictos y atención integral. Abierta a toda la sociedad. Y que, sobre todo, “presta servicios para ayudar a solventar los problemas de los vínculos familiares de quienes acuden directamente y de forma libre para mejorar su relación”, expone la directora.
Para Isabel Luján, el proyecto “es un punto de encuentro que permite la reflexión y la formación”. Y es que, a través de la mediación, orientación e intervención “pretendemos dar una respuesta a la sociedad canaria que busca una solución pacífica a los conflictos de este tipo”, explica Luján y añade que, desde su punto de vista, una de las prácticas que realizan y considera importante es la “oferta de un espacio de prácticas reales a quienes cursan algún máster relacionado con la intervención y mediación familiar, ya que Intermedia se oferta como un foro formal estable para el intercambio, apoyo técnico y coordinación de profesionales que trabajan en el ámbito familiar”.
La unidad Intermedia se presta como una herramienta de asesoramiento en la resolución cooperativa de los conflictos en cualquier ámbito en el que se desarrolle la actividad universitaria. También asiste a miembros de una familia que se encuentren involucrados en un conflicto. “En estos casos, la mayoría de personas acuden a nuestro servicio por recomendación de profesionales que, a su vez, los han derivado desde servicios sociales, ayuntamientos, centros educativos o centros de salud”, matiza Luján y cuenta que “realizamos acogidas de familias con menores en situación de dificultad social y ayudamos a los progenitores con hijos que tengan conductas de arbitraje para seleccionar medidas que permitan conjuntar normas y límites”. Por otra parte, se han realizado intervenciones terapéuticas en menores con problemas de conducta que pertenecen a familias desestructuradas “con el fin de mejorar la situación”.
El lazo entre Intermedia y la Justicia Restaurativa
A lo largo del proceso de desarrollo, el servicio se encontró con el paradigma de la Justicia Restaurativa, un conjunto de prácticas que se emplea a través del diálogo para que, fomentando la participación de la víctima en el proceso, logre reparar el daño que se le ha causado y, además, que el victimario tenga la posibilidad de asumir su responsabilidad. La Justicia Restaurativa busca dar un mayor protagonismo a la víctima y se enfoca en garantizar la reinserción del autor de los hechos. Entre las técnicas que la componen se encuentra, por ejemplo, la mediación penal y los círculos restaurativos. Y las líneas de actuación se desarrollan desde tres perspectivas: la del autor, la de víctima y la de la comunidad.
De manera paulatina, se incorporó en el programa Intermedia una sección dedicada a la Justicia Restaurativa. “Pese a que el proyecto es fundamentalmente de mediación se abre a vías de resolución”, comenta Daniel Montesdeoca, doctor en Derecho y experto en Justicia Restaurativa involucrado con Intermedia. A lo anterior se suma que, según Montesdeoca, “desde el concepto de resolución de conflictos que abarca Intermedia se permite una ampliación de la esfera de técnicas que proporcionen la solución de forma eficaz”.
Cuando Intermedia contactó con Daniel Montesdeoca lo hizo para garantizar una mayor eficacia en las mediaciones. “Lo que buscamos siempre es dar protagonismo a las víctimas y enfocar los recursos a una mayor reinserción del autor de los hechos”, expone el experto en Justicia Restaurativa y agrega que “desde Intermedia creíamos conveniente incorporar este servicio”.
Relaciones interpersonales, diálogo y entendimiento
En lo que respecta a la composición de la unidad, Intermedia está formada por profesionales cuya cualificación y experiencia se enmarca en el ámbito del Derecho, Psicología, Educación y Trabajo Social, Psiquiatría infanto-juvenil y Psicopedagogía, comprendiendo así un total de diecisiete profesionales. Las mediaciones más recurrentes son las familiares, civiles, mercantiles y socio comunitarias y se desarrollan en el Campus Universitario San José. “Esta multidisciplinariedad permite hacer frente al conflicto desde un enfoque global en el que se da cabida a distintas perspectivas de forma constructiva y proactiva para, así, generar bienestar personal y social”, asevera la directora de Intermedia.
Por su parte, Daniel Montesdeoca explica que la idea es “potenciar” lo que la Ley del Estatuto de la Víctima dice: “Hay que proporcionar a las víctimas el derecho de participar en los procesos de Justicia Restaurativa y, no solo a las víctimas, los infractores también tienen derecho a acceder para que su rehabilitación sea más fructífera”. Esto, en palabras de Montesdeoca, es fundamental y “desde la universidad podemos devolver elementos que construyen una comunidad mejor”.
El objetivo siempre es, según Isabel Luján, “atender desde un ambiente de neutralidad, confidencialidad y profesionalidad”. Además, “apostar por el desarrollo de diferentes iniciativas de intervención, formación, promoción social, científica y comunitaria”. Así, lograr dar una respuesta firme al problema por el que surgió inicialmente Intermedia: los conflictos interpersonales, pues Luján afirma con seguridad que “en Canarias existe una gran demanda de Justicia Restaurativa, pero sobre todo de espacios en los que impere el diálogo y el entendimiento”. Sin embargo, “la mediación no ha calado a nivel social como sería deseable”, reconoce, pues en el año 2020 se realizaron un total de 76 sesiones de intervención familiar y 50 de orientación, esto corresponde a un total de noventa familias con diversas problemáticas que han sido atendidas. Además, dentro de los procesos de mediación familiar, las personas participantes han tenido la posibilidad de obtener seis sesiones de asesoramiento jurídico. Desde entonces, alrededor de cien familias acuden a Intermedia anualmente.
La otra cara de la moneda
Tras la situación pandémica, y en base a las nuevas formas de vida social, el proyecto se vio en la obligación de cambiar muchas de sus rutas de actuación. “Fueron cambios que, en su momento, generaron miedo ante un futuro incierto que afectó a la esfera más personal del ser humano”, comenta Isabel Luján. Y es que, desde el propio servicio Intermedia reconocen que una de sus grandes debilidades es “la limitación económica presupuestaria que dificulta atender al elevado número de personas que demandan nuestra intervención”. Si bien es cierto que se han sabido solventar los problemas económicos, pues “la retribución económica por la prestación de servicios a los profesionales externos que no tengan vinculación con la ULPGC se realiza gracias a un convenio de colaboración con el Cabildo de Gran Canaria”, subraya la directora. Además, el programa recibe, desde hace cuatro años, una subvención por parte del Cabildo Insular.
No obstante, Montesdeoca considera que la mayor limitación con la que ha tenido que lidiar es “el desconocimiento, ya que la Justicia Restaurativa puede generar confusión al no entenderla como una vía integrada en el sistema penal”. Para el experto “es una confusión que lleva a pensar que solo funciona con los delitos que, aparentemente, son más sencillos de reparar”. No obstante, “la práctica dice que sirve para todo por su carácter voluntario y porque parte de las necesidades de la víctima y del infractor”, afirma Daniel Montesdeoca y añade que “mi experiencia me ha enseñado que son reparaciones necesarias cuya debilidad principal es el desconocimiento y la solución, en Canarias, está en potenciar los servicios de Justicia Restaurativa e incluirlo en el sistema desde el punto de vista institucional”, algo que se está empezando a llevar a cabo.
En la otra cara de la moneda está Sara Sánchez, una alumna del Grado de Ciencias del Mar de la ULPGC que asegura que conoció Intermedia “a través de un amigo que estudia Derecho” y, así, contactó con uno de los profesores que forman parte del proyecto. Tras esto, Sara se dirigió al resto del equipo para resolver “conflictos familiares y problemas personales”, pero en base a su opinión “el tiempo que Intermedia tarda en responder a las personas solicitantes y en dar cita es mucho”. Pese a que la tardanza se debe a la excesiva demanda, Sara asegura que esto “es una debilidad” que afecta al proceso por el que se accede a la unidad: “Primero entras en su página web y localizas el correo electrónico por el que hay que contactar con el equipo. Cuando les mandas un mensaje solicitando ayuda tienes que esperar a que respondan. Suelen tardar bastante. Después de ese correo te dan una cita con el psicólogo y te evalúan para empezar el programa de ayuda”.
El carácter voluntario, ¿la clave del éxito?
“Las mediaciones de Intermedia han resultado eficaces. He aprendido a no sentirme tan mal ante las situaciones negativas que puedo vivir con otras personas”, comenta Sara que, también, cree que es un programa necesario: “Hay personas que necesitan ser escuchadas y apoyadas. Intermedia lucha por estos aspectos y los fomenta por su carácter gratuito”.
Montesdeoca confirma lo anterior, puesto que siguiendo los datos que su propia experiencia le ha aportado “cuando se dan las circunstancias de que a una víctima se le repare de manera eficaz, se le escucha, tiene el protagonismo en la resolución del conflicto y cuando al victimario se le atiende y proporcionan los medios para que la conducta criminal o desviada se modifique y tenga la posibilidad de rehabilitarse, la persona acepta su responsabilidad y se esfuerza para reparar el daño”.
Según Isabel Luján “la totalidad de personas que han sido atendidas en los servicios Intermedia han manifestado su satisfacción y el 90% de las mismas lograron acuerdos propios y con la otra parte para la mejor solución del problema”. Asimismo, agrega que “se ha podido comprobar que los miembros del sistema familiar han fortalecido y ajustado sus vínculos”. La directora explica que, a lo largo de toda su andadura, ha aprendido que “saber relacionarse y dialogar de manera eficaz promueve el crecimiento personal y familiar y potencia los recursos y habilidades”.
El éxito está “en el carácter voluntario, pues las personas que participan pueden preferir no entrar en un proceso de Justicia Restaurativa y no pasa nada”, asevera Daniel Montesdeoca. Este tipo de incorporación hace que, tal y como le indica a Montesdeoca su desarrollo, “el porcentaje de éxito sea muy alto”. No obstante, recuerda que “es un aprendizaje continuo porque las técnicas son cambiantes, flexibles y abiertas. Que se adaptan a cada caso. Es un reto seguir descubriendo técnicas que se puedan aplicar y, para ello, mi aprendizaje me dice que hay que seguir investigando”.
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